MI VIDA CON MI ASISTENTE PERSONAL

Nací bajo el signo de Libra y así me voy a hacer llamar en este relato de buena parte de mi vida que quiero compartir con todas/os vosotras/os.

Desde niña me he considerado una persona de pensamientos románticos y soñadora, y aunque estos aspectos de mi personalidad son aparentemente buenos, durante mi adolescencia se convirtieron en un arma de doble filo ya que eso me llevó a idealizar mi vida y a no vivir en la realidad, lo que desembocó en un trastorno de la alimentación que me diagnosticaron como anorexia nerviosa. En ese momento empezaron mis problemas de salud mental que desembocó en un brote psicótico con el consecuente ingreso en la Unidad de Salud Mental. Salí de allí con una pauta de medicación psiquiátrica y más relajada. Pasaban los días y uno de ellos apareció una persona a la que conocía para dejarme unos libros ya que sabía que disfrutaba con la lectura, esta persona también sufría problemas de salud mental y me sugirió acudir a una asociación que se acababa de crear con personas y familiares de Aranda que también sufrían estos problemas, esta asociación se hacía llamar por aquel entonces FESMA.

En esos momentos la asociación se componía de pocas personas y yo, como los/as demás participantes ayudábamos en lo que podíamos para que el proyecto funcionase. Yo en concreto colaboraba escribiendo direcciones en cartas y otro tipo de recados. Acudía con otras personas a la sede y hacíamos actividades de dibujo y pintura,  estimulación cognitiva y además había un grupo de apoyo con una psicóloga. Llevo colaborando como socia de Salud Mental Aranda desde entonces, siendo testigo de cómo ha ido creciendo por la necesidad que ha ido surgiendo entre la población de Aranda con el paso del tiempo.

El ASISTENTE PERSONAL Y QUE HA SUPUESTO EN MI RECUPERACIÓN Y EN MI VIDA

En la asociación se han ido añadiendo diferentes programas ligados a las necesidades que este colectivo ha ido demandado, uno de ellos, y del que yo participo desde hace algo más de dos años, es el del Asistente Personal.

Como todas/os sabemos la pandemia fue un duro golpe para la sociedad en general y para mí en particular, de esta resultó que me ingresaran en la Unidad de Salud Mental del HUBU y que de ahí pasara a Fuente Bermeja donde pasé tres meses que me ayudaron a coger nuevas y mejores rutinas diarias y donde hice nuevas amistades. A mi vuelta a casa en Salud Mental Aranda me recibieron con los brazos abiertos dispuestas/os a darme todas las herramientas para seguir mejorando, entonces me ofrecieron un Asistente Personal, me explicaron en qué consistía y que me ayudaría a seguir en mi proceso de recuperación.

Me veo con mi asistente una semana durante una hora, y la siguiente semana son dos horas en días diferentes. Desde el principio enganchamos muy bien ya que me demostró confianza y mucha comprensión por su parte. Con ella puedo hablar de lo que quiero con total libertad, sin miedo a que me juzgue y es muy sincera conmigo, por lo que me sirve como desahogo. También me ayuda a encontrar los sitios donde buscar la información que necesito, a preparar las citas con mi psiquiatra, me acompaña en el transcurrir de mi vida por lo que me siento apoyada y acompañada. Si recaigo o doy un pasito para atrás sé que tengo este apoyo y eso me hace sentir más segura. Para mí ha llegado a ser como una amiga o una hermana con la que puedo contar en todo momento y siempre está ahí.

He elegido una foto con una mariposa ya que me encanta sentarme en el parque y observar cómo mueven sus alas de esa manera tan delicada y que representa muy bien la relación que tengo con mi Asistente Personal. La vida tiene muchas cosas buenas y sencillas que son las que realmente merecen la pena y de las que hay que aprender a disfrutar, y que debemos conservar.

 

 

“LA VIDA DESPUÉS DEL SUICIDIO”

El término «supervivientes del suicidio» se utiliza para referirse a las personas que han perdido a un ser querido debido a un suicidio. Estas personas enfrentan un duelo emocional y psicológico único, ya que la pérdida por suicidio puede llevar consigo una carga de estigma, confusión, culpa y dolor intensos. Los supervivientes del suicidio pueden ser familiares, amigos, colegas o cualquier persona cercana al individuo que ha fallecido por suicidio.

La experiencia de los supervivientes del suicidio puede ser compleja y a menudo incluye sentimientos de duelo, tristeza, ira, confusión y, en algunos casos, la búsqueda de respuestas sobre por qué ocurrió el suicidio. Es importante destacar que el apoyo emocional y la comprensión son fundamentales para ayudar a los supervivientes a enfrentar su dolor y a procesar su pérdida.

Motivados por la creencia en el poder de la solidaridad y comprensión, Efecto Mariposa se ha creado para ofrecer un espacio seguro donde los supervivientes del suicidio pueden compartir experiencias, encontrar consuelo y forjar conexiones significativas.

El nombre «Efecto Mariposa» ofrece la idea de que pequeñas acciones y gestos de apoyo pueden tener un impacto significativo en la vida de quienes han experimentado la pérdida por suicidio. Desde Salud Mental Aranda nos comprometemos a ser esa fuerza positiva.

El suicidio deja una profunda huella en los seres queridos que sobreviven. Estas personas, conocidas como supervivientes del suicidio, enfrentan una montaña emocional que incluye dolor, culpa, y muchas preguntas sin respuesta. Aquí, compartimos algunas de sus historias para iluminar su lucha, su proceso de sanación y su resiliencia:

“Me cuesta disfrutar de las cosas más sencillas; un paseo, una charla con un amigo, un baño en el mar… ya nada me sabe igual. Parece que mi vida se ha quedado en pausa, y aunque sé que no es posible sólo pienso en que vuelva”

“A veces necesito <<bajar a los infiernos>> y necesito revivir todo el dolor. Me pasa sobre todo cuando paso un día bueno. Es como si me olvidara de él, y un sentimiento de traición hace que me autocastigue una y otra vez”

“No importa cuántas veces repita en mi mente los últimos días con él, no encuentro las señales. La culpa me consume. No puedo dejar de pensar en qué podría haber hecho diferente. ¿Cómo no vi el dolor detrás de su sonrisa?”

“Siempre pensaba que estaríamos la una para la otra, que podríamos superar cualquier dificultad juntas. Ahora sólo tengo preguntas sin respuestas. ¿Por qué no me habló? ¿por qué no pude salvarla? me siento tan perdida sin ella…”

“Todos los días reviso su habitación, esperando que aparezca, como si todo esto fuera una pesadilla de la que aún puedo despertar. Pero la realidad me golpea y la sensación de vacío me consume”

Para quienes han perdido a un ser querido por suicidio, el camino hacia la recuperación es complejo y único. El dolor, la confusión y las preguntas sin respuesta son realidades con las que viven cada día. Sin embargo, es importante recordar que no tienen que enfrentar este duelo solos. El apoyo de seres queridos, grupos de ayuda mutua y profesionales puede ser fundamental para encontrar consuelo y reconstruir la vida después de una pérdida tan devastadora. Aunque el dolor nunca desaparezca por completo, con el tiempo y el apoyo adecuado, es posible encontrar momentos de paz y significado en medio de la pérdida. Cada historia de supervivencia es un testimonio de fortaleza y amor.

Si tú o alguien que conoces está lidiando con la pérdida por suicidio, no dudes en buscar nuestro apoyo. La asociación y el grupo de Efecto Mariposa estaremos encantado de abrirte nuestras puertas.

 

Fdo. Equipo de Apoyo Psicológico