REFLEXIONES DESDE LAS VENTANAS DE MENTA….

Durante este confinamiento de ya casi 80 días, me ha dado tiempo a reflexionar sobre la vida. Me gustaría compartir con vosotros aquellas cosas que más echo de menos y que he comenzado a valorar por no poderlas realizar: el poder caminar por la calle libremente, sin horarios, sin restricciones ni medidas, tomarme un café tranquilamente en una terraza, dar un beso o recibir un abrazo pero sobre todo, valorar a las personas que tengo a mi lado: como mis amigos, compañeros y familiares.

Reconozco que he aprendido a trabajar un poquito más la paciencia y dejar que las cosas vayan llegando y pasando a su ritmo.

Durante este confinamiento echo mucho de menos mi rutina diaria y valoro las actividades que desde Salud mental Aranda se imparten. Estoy agradecida de vivir en una vivienda supervisada donde tengo todo lo que necesito.

 

 

Durante este confinamiento también he reflexionado y valorado las pequeñas cosas del día a día, como por ejemplo tener una rutina en la asociación.

Como mi compañera, yo también me siento muy afortunado de vivir en una vivienda supervisada: estáis siendo mi segunda familia.

Estar confinados ha hecho que gane confianza en mí mismo y también con mis compañeros. Soy consciente de que poco a poco me he ido soltando. El confinamiento me ha servido para aprender a adaptarme y vivir la vida de otra manera.

 

Así empiezan las emocionantes reflexiones  sobre el confinamiento de Gema y Valentín, ellos han querido hacerlas visibles  y os invitan a que comentéis las vuestras.

Compartir pensamientos y experiencias nos enriquece.

 

Gema y Valentín.

Teleatención, el nuevo reto

Con motivo de la crisis sanitaria generada por la pandemia del Coronavirus, la asociación Salud Mental Aranda, cerró sus sedes el 16/03/2020.

Sólo permanecieron abiertas las 3 Viviendas Supervisadas, con 9 plazas ocupadas, en las que se reforzó la atención, e implantando todas las medidas necesarias para evitar un posible contagio de los residentes. Las personas de las viviendas han recibido una atención diaria y continua por parte de los técnicos de atención de las viviendas, y con el apoyo del resto del personal técnico como es la responsable del servicio o la psicóloga.

En éstos dos meses y medio, la asociación ha mantenido la atención a todos sus participantes y familiares, llegando a un total de = 210  personas atendidas

  • Se han contabilizado un total de 2188 intervenciones de “Teleatención” (teléfono, whatsapp, videollamadas u otros medios)
  • Hemos realizado un total de 364 visitas y seguimientos presenciales en domicilios particulares
  • Sólo hemos registrado 2 ingresos hospitalarios por motivos psiquiátricos
  • Hemos realizado un total de 28 acompañamientos en gestiones

 

Pasamos de una atención presencial en las sedes, a una “Teleatención”, basada en un seguimiento telefónico y online (para aquellas personas que contasen con los medios para hacerlo) No es una simple llamada de teléfono, sino que contamos con un “Plan de Intervención en Domicilios”, para guiar a los profesionales en la metodología que deben seguir para conseguir una intervención satisfactoria.

Los datos nos demuestran que se ha abarcado al 100% de nuestros participantes e incluso se han atendido nuevas demandas, de situaciones generadas por la Covid19.

La primera fase se centró en detectar todas las posibles situaciones de vulnerabilidad de nuestros participantes, en cuanto a necesidades básicas como alimentos y tratamientos farmacológicos. Nos coordinamos con servicios sociales, Cruz Roja y Cáritas, para gestionar ayudas de alimentos, emergencia social, etc., Asegurándonos que esas necesidades estaban cubiertas, nos ocupamos de dar un apoyo emocional para ayudar a las personas a entender la situación que estábamos viviendo, e intentar mitigar los niveles de ansiedad generados. Resolver dudas sobre trámites pendientes, citas con su psiquiatra, o simplemente ayudarles a mantener el contacto con sus familias y amigos.

Tras la incertidumbre de los primeros días, y poco a poco reduciendo la ansiedad generada por el confinamiento, las intervenciones se han ido centrando en ocupar ese tiempo en casa de forma más “productiva”. Para ello generamos unos “Cuadernillos”, con diversas actividades de los diferentes talleres que realizamos en nuestros servicios, como son ejercicios de estimulación cognitiva, memoria, juegos de cálculo y concentración, pero también mandalas para colorear, ejercicios de actividad física o actividades que estuviesen relacionadas con las emociones y el control del estrés. Llevamos ya tres ediciones, y vamos a por la cuarta. La mejor respuesta es ver el interés que han despertado y que está ayudando a los participantes a continuar con sus terapias que recibían en la sede, pero ahora en casa, con el apoyo continuo de su profesional de referencia. Ésta modalidad de atención, consideramos que ha venido para quedarse, y que va a ser una herramienta muy útil para muchas personas, que por sus circunstancias de salud no puedan incorporarse a las sedes de forma más inmediata, y que puedan seguir recibiendo la atención en su domicilio.

 

Con la desescalada y las diferentes fases, vamos planificando cómo debe ser la atención en los centros a partir de ahora. Nos genera mucha incertidumbre, pero toda adversidad hay que verla como una oportunidad, y en ello estamos.

En Salud Mental Aranda, estamos acostumbrados a situaciones difíciles, y estamos convencidos que vamos a superar ésta pandemia, y que juntos vamos a lograrlo. Nos sentimos orgullosos, de todas las personas que forman parte de ésta entidad, desde sus órganos de gobierno como son los Socios y la Junta Directiva, el Equipo Técnico, el Comité Pro Salud Mental, y sobre todo los Participantes y Familiares. Hemos remado todos juntos, pudiendo decir orgullosos que hemos sido capaces de contener la situación sin ningún caso positivo de Covid19, y que seguiremos trabajando porque así sea.

Aquí tenemos un ejemplo, en ésta fotografía, del trabajo conjunto entre participantes, familiares y técnicos, del Prospect que realizamos en marzo de 2019 y que es nuestra forma de trabajar, TODOS JUNTOS!!!!

Ahora más que nunca, ponemos el foco en la Salud Mental, y la Organización Mundial de la Salud, ya nos advierte que hay que invertir en Salud Mental, porque las secuelas que va a generar una crisis sanitaria de ésta intensidad van a ser muchas y muy graves.

Nos reinventaremos, sacaremos todo nuestro ingenio para dar atención a todas las personas que con un problema de salud mental, nos necesiten. Invertiremos en medios tecnológicos y en formación para que nuestros participantes aprendan a usar las herramientas que tienen a su alcance. También, en hacer que el “teletrabajo” sea una opción y que cuente con los medios que necesita. En adecuar nuestras sedes a la normativa que se estipule para poder dar una atención segura y sin riesgos. Trabajaremos para contar con todos los medios necesarios para dar la atención más completa, y no encontrarnos con una crisis como ésta, que nos obliga a cerrar sin tener un plan B.

Los datos nos demuestran que hemos realizado un gran trabajo, que no debemos bajar la guardia porque el virus sigue ahí, pero que hay que prepararse para una nueva forma de atención para lo que pueda venir en un futuro.

APRENDER Y RENOVARSE, ESE ES NUESTRO RETO!!!

 

Fdo. Eva Fernández Aylagas

Directora de Salud Mental Aranda

#YO ME QUEDO EN CASA

Han pasado 60 días desde que esta frase empezó a formar parte de nuestras vidas. Un domingo primaveral, aunque todavía estábamos en invierno, 15 marzo de 2020, impensable no salir a la calle, claro ¿cómo nos íbamos a quedar en casa con el buen día que hacía?, pero sí nos tocó QUEDARNOS EN CASA por culpa de un bichito que llevaba rondando por el mundo unos meses y también nos golpeó de pleno. Todo cambió a nuestro alrededor, parecía como si alguien hubiese apagado el interruptor, como una frenada en seco, y claro, prácticamente todo nuestro pequeño mundo paró.

También empezaron a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano otras palabras, como: CORONAVIRUS, COVID-19, CONTAGÍO, PANDEMÍA, ESTADO DE ALARMA, CUARENTENA, CONFINAMIENTO, DISTANCIAMIENTO SOCIAL, algunas de ellas hacía un tiempo que las escuchábamos pero nos sonaban como muy lejanas. Quizás  pensábamos que ese bichito, que viajaba de país en país, no se iba a pasear por el nuestro, hasta que poco a poco fuimos viendo que llegaba, y claro también llegó para quedarse. Pero no fue hasta ese pasado día, 15 de marzo, cuando realmente empezamos a tener conciencia de lo que estaba pasando a nuestro alrededor.

Hasta ese día, estábamos tan a gusto con nuestras vidas, como ibamos imaginar que algo así nos pudiera pasar y llegar tan de cerca, ni en la peor de nuestras pesadillas, “eso sólo pasa en las películas”, pero vimos y seguimos viendo, que no es ni una película ni un sueño, ni una pesadilla, es la nueva situación que nos ha tocado vivir, por culpa de un VIRUS (bichito), algo invisible que nos ha cambiado todo por completo, nuestras vidas, nuestras rutinas, nuestro día a día, nuestra forma de ir a la compra, al banco, al médico, al trabajo, las relaciones personales,…

Comenzamos a ver las calles vacías desde nuestras ventanas, balcones o terrazas, al principio, sólo podíamos salir de casa para lo imprescindible, excepto las personas que son necesarias para acabar con este bichito, las elementales para que no se rompa todo nuestro entorno y sobre todo las personas que trabajan, ayudan o colaboran atendiendo a las personas más necesitadas. Nos lo tomamos como algo necesario, esto de quedarnos en casa, debido a las noticias que nos llegaban a través de distintos medios (muy duras), seguramente al ver esas imágenes, es cuando realmente nos dimos cuenta de lo que estaba pasando  al otro lado de la puerta de nuestra casa.

Los primeros días fueron un sin parar de llamadas o VIDEOLLAMADAS, VIDEOCONFERENCIAS sobre todo a los más allegados, para preguntar cómo estaban y comenzamos a pronunciar,  las palabras: ÁNIMO y CUÍDATE, con más fuerza que nunca, a la vez que con algo de miedo, al ver lo que estaba pasando. También, muchos de nosotros, nos tuvimos que poner las pilas en las nuevas tecnologías, algunos para TELETRABAJAR, otros en redes sociales para contactar con varios familiares o amigos a la vez; los estudiantes para seguir con sus clases, en fin que esta nueva forma de hacer las cosas se implantó, y sigue, en nuestro día a día. Surgieron multitud de ideas de diferentes colectivos para entretenernos, sobre todo en las redes sociales, uff, ¡que saturación!, me pregunto: ¿sí tendremos tiempo para disfrutar de todo mientras estemos confinados?, el tiempo lo dirá. Surgió una iniciativa, más bien la copiamos de Italia, los aplausos de toda la población a las 8 de la tarde, desde  sus balcones, terrazas o ventanas, al ritmo del himno oficial de esta situación: RESISTIRÉ, dedicados a todas las personas valientes que han estado y siguen estando, dando todo por el resto de población a la vez que exponiéndose al contagio del virus.

Poco a poco se han ido tomando medidas de alivio para la población, se pueden realizar pequeñas salidas. Se empezó por los niños, para que tuvieran un pequeño respiro, después se han estipulado horarios para las personas mayores, los adultos y los niños,  con precaución, utilizando MASCARILLAS, GEL HIDROALCOHÓLICO, GUANTES (en determinadas circunstancias), pero sobre todo nos insistieron desde el principio de todo esto y nos siguen insistiendo que lo fundamental e imprescindible es LAVARNOS LAS MANOS CON AGUA Y JABÓN AL MENOS DURANTE 20 SEGUNDOS. A su vez empezamos a escuchar las palabras: DESCONFINAMIENTO, FASES PARA LA DESESCALADA, según vaya remitiendo el número de contagios podremos salir a la calle para ir recuperando nuestro día a día, pero poco a poco, muy despacito, con mucho cuidado, respetando las normas para que todo salga bien, y podamos pasar de fase en fase hasta alcanzar lo que han llamado “NUEVA NORMALIDAD”. Para que esto ocurra todos tenemos que ser responsables y seguir las indicaciones.

Todas estas palabras, escritas en negrita, han formado, forman y formarán parte  de nuestras vidas, se quedarán en nuestra  memoria para siempre, al menos eso espero, que nunca se  olviden, que las tengamos muy presentes cuando podamos volver a la “normalidad” o como lo llaman “Nueva Normalidad o Normalidad Covid”, da igual la terminología que se utilice, lo que está claro es que, al menos por un tiempo (¿cuánto?, no se sabe), la vida que teníamos antes del 15 de marzo de 2020 no va a ser igual, tendremos que cambiar muchos de nuestros hábitos y costumbres, adaptarnos a la nueva situación, porque este bichito invisible ha puesto a toda la humanidad patas arriba, ha venido para quedarse entre nosotros más tiempo del deseado, ha  cambiado nuestras vidas en un abrir y cerrar de ojos, y tendremos un antes y un después del 15 de marzo de 2020.

Ojala, cuando esta situación pase y recordemos o volvamos a pronunciar todas estas palabras, pensemos en esas imágenes tan duras que hemos visto y que han causado tanto dolor en la población, que pensemos en todo lo que ha pasado y estamos viviendo en estos momentos, que nos sirva de lección en la vida, que hayamos aprendido que lo importante en este mundo no es el poder ni el dinero, puesto que este bichito no hace distinción, nos toca a todos por igual, sino que lo más importante en esta vida es:  la SOLIDARIDAD, la HUMILDAD, la GENEROSIDAD, el AYUDAR  A LOS MÁS NECESITADOS, pues estamos viendo, que en cualquier momento puede aparecer “algo” que no diferencia a un ser humano de otro y si nos aprendemos a ver lo que realmente es imprescindible y necesario en esta vida ya sabemos lo que pasará.

La Gran Familia de Salud Mental Aranda, como el resto de la población, “#Se Quedó en Casa”, se cerró el centro, hubo que organizar todo para seguir en lo posible atendiendo a todos los participantes. Los técnicos empezaron a teletrabajar desde sus casas, atendiendo a todos los participantes telefónicamente, excepto el personal que va a viviendas.

Desde el primer momento, nos inundaron y nos siguen inundando de mensajes y emails con diferentes actividades para que el día a día nos resulte más ameno, están dando todo para que esta Gran Familia siga adelante, para continuar, en lo posible con las actividades. Nos están ayudando con las nuevas tecnologías para que podamos ponernos en contacto por videollamadas o  videoconferencias, para seguir con algunos talleres y algunas reuniones. Se han adaptado perfectamente a esta nueva situación y están pendientes en todo momento de los participantes.

En fin, tenemos un equipo que está haciendo un estupendo trabajo sobre todo ahora en esta situación tan complicada, que nos anima mucho, y de vez en cuando nos sorprenden con una gran sonrisa, como en el video del Día Internacional del Beso, (me encantó). También han estado activos a través de las redes sociales, colgando información, consejos, videos, etc, al igual que todo el Movimiento Asociativo de Salud Mental, tanto Federación Salud Mental Castilla y León como  Confederación Salud Mental España, han llenado las redes para mostrarnos que ahí seguimos, al pie del cañón pese a las dificultades.

Gracias, una vez,  por vuestra dedicación a esta Gran Familia, mis aplausos de los 8 de la tarde, principalmente, han sido por vosotros. También quiero enviar un gran aplauso a l@s participantes en primera persona, por lo bien que se han adaptado a esta nueva situación y sobre todo a l@s de viviendas que hemos podido ver, en las redes, esos estupendos dulces que han preparado.

Ánimo a tod@s, cada día que pasa es un día menos para volvernos a juntar, con otra “normalidad”, pero con mucha más ilusión y con más ganas de seguir formando parte de esta Gran Familia que es Nuestra  Asociación Salud Mental Aranda. SOMOS UN GRAN EQUIPO y TOD@S JUNTOS LUCHAREMOS para que cuando pase este bichito estemos más unid@s, mientras tanto, las personas no imprescindibles, SEGUIREMOS QUEDÁNDONOS EN CASA.

Besos y Abrazos “Virtuales”

MendyLuna

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Resistiré

¿En qué punto vital estamos? ¿Cómo nos afecta esta situación? ¿Qué estamos aprendiendo?

La crisis sanitaria del coronavirus y la medida de confinamiento en casa son factores que marcarán un antes y un después en nuestra vidas.  Esta situación excepcional nos ha roto parte de las rutinas, amenazando nuestra vida física, pero también la estabilidad psicológica, social, política y económica.

La adaptación a la nueva situación requiere un esfuerzo extra por nuestra parte. Los cambios suponen un estrés añadido para todas las personas, pero podemos plantearnos algunas pautas de cuidado para prevenir la alteración del estado de ánimo y los conflictos con las personas con las que vivimos:

Expresar las emociones: en esta situación excepcional y novedosa, nos están surgiendo diferentes emociones con una raíz común: el miedo y la tristeza. Todas las emociones son adaptativas y nos ayudan a vivir; en este caso, es bueno darlas un sentido cuando aparecen para comprenderlas mejor.

La tristeza nos hace siempre valorar lo que tenemos o teníamos, y ahora echamos en falta. Además nos hace encontrarnos con nosotros mismos y reflexionar; y por otro lado, nos invita a compartir lo que sentimos con los de alrededor y acercarnos a ellos pidiendo cariño.

Por otro lado, la emoción que más nos une en estos momentos es el miedo. ¿Y para que nos puede servir? El miedo nos empuja a la prevención y protección, nos ayuda en estos momentos a seguir las medidas recomendadas, y probablemente si no le sintiéramos, nuestra conducta sería mucho más inconsciente y peligrosa. El miedo en sí mismo es positivo, nos ayuda a alejarnos de un suceso para el cual todavía no estamos preparados.

Mantener una rutina diaria: es importante no variar nuestros horarios de sueño y comidas a lo largo que pasan los días. Esto nos ayudará a conciliar mejor el sueño, y a controlar mejor nuestras emociones, entre otros beneficios.

Evitar la sobre información: ya que aunque sea necesario saber de la actualidad, el exceso de contenidos nos lleva a no saber diferenciar los datos veraces y a caer en un laberinto de noticias negativas. Todo ello puede generarnos sentimientos profundos de angustia.

Comunicarnos: con las personas de nuestro entorno, familiares, amistades, vecinos. Estar aislados no significa estar solos,  y podemos hablar de muchas maneras con todos los avances tecnológicos que hay. Incluso si no les tenemos, las 20 horas es un buen momento para saludarnos de balcón a balcón y ver como estamos todos unidos ante esta situación.

Cuidarnos: no significa cuidar de otros, estamos hablando en esta ocasión de nosotros. La persona más importante de nuestra vida somos nosotros mismos aunque nos rodeen otros muchos allegados. Busquemos tareas que antes no teníamos tiempo de disfrutar, aquí cada uno esconde sus pequeños placeres: tocar un instrumento musical, leer una novela, elaborar una rica receta, coser unos bordados, sacar a la luz nuestra creatividad diseñando alguna manualidad, adentrarnos en un puzle o divertirnos con juegos de mesa. No todo tiene por qué ser “hacer cosas”, también podemos descansar en el sofá el tiempo que nos pida el cuerpo, eso es cuidarnos con relajación.

Practicar ejercicio y estirar un poquito las piernas: trata de buscar cada día, un momento dedicado a realizar actividad física. En internet hay muchos materiales, pero si no lo tenemos a nuestro alcance, podemos pasear por casa moviendo brazos y piernas a su vez. La falta de movimiento puede interferir en nuestra higiene del sueño y en nuestro estado anímico.

Disfrutar las rutinas laborales: para los que siguen acudiendo a su puesto de trabajo, para los que teletrabajan o para los que trabajan siempre en sus tareas domésticas, es importante no perderlas de vista y reforzarnos por seguir desarrollándolas. Somos muy útiles y productivos en esta situación de corresponsabilidad social.

Para quienes conviven con otras personas, es importante mantener ciertas normas, repartos de tareas y regulación en los horarios. Crear rincones en la casa para las diferentes actividades, nos ayuda a no caer en el malestar de estar siempre en el mismo lugar. Se pueden diferenciar también espacios individuales y espacios comunes. Por último, es vital procurar llevar una comunicación saludable: escuchando, intentando respetar los turnos de palabra, expresando nuestras emociones y pensamientos y tomando decisiones consensuadas.

En esto momentos, hay que tener presente que esta situación es temporal,  es una carrera con salida y meta, en la cual vamos a aprender muchas cosas. Nos llevaremos nuevos principios y valores morales, o afianzaremos los que ya teníamos. Porque sí, hasta de las situaciones difíciles se puede sacar algo bueno. Pongamos el foco en el vaso medio lleno.

Desde la gran familia que formamos Salud Mental Aranda, te mandamos toda nuestra fuerza y cariño.

Todo va a salir bien

¡Resistiremos!

Fdo. Alba Ortiz Juez

Psicóloga de Salud Mental Aranda