CUADERNO DE BITÁCORA:
Viernes 8 noviembre.
Mañana: Salida rumbo a Balverzoso, un pequeño pueblo en la montaña palentina. Va un coche por delante, lleno de comida para abastecer a todos durante el fin de semana, pero también a rebosar de COMPROMISO, RESPONSABILIDAD e ILUSIÓN. Por otro lado, la furgoneta, cargada con los participantes y sus pertenencias. Se respira la alegría de salir de la rutina durante dos días, la sorpresa y emoción de cómo será la casa, la incertidumbre de cómo encontraremos la carretera
Casa “La Hornera de la Abuela”. Empiezan las emociones a cubrir los sitios: la GENEROSIDAD de compartir espacios comunes, el RESPETO hacia cada uno de nuestros compañeros que nos acompañan en esta aventura, etc. Mientras unos siguen descubriendo los entresijos del lugar, el grupo de la comida prepara el menú respetando las preferencias de todos los presentes. Compartimos un rato agradable, donde salen diferentes conversaciones, ponemos al día nuestra vida y compartimos con el resto experiencias vitales que puede que no conozcan. La integración es más que favorable.
Tarde: Puente romano rojadillo. Decididos a dar un paseo por el campo y la SERENIDAD y CALMA que proporciona la montaña. El frío invernal y viento hacen florecer algunos sentimientos de FRUSTRACIÓN y MALESTAR que llevándolos con BUEN HUMOR y PACIENCIA logra desaparecer. En la llegada al puente disfrutamos de un espacio personal para verlo, disfrutar del momento, del paisaje y poder hacer alguna que otra foto. Volviendo hacia casa hacemos un alto en Aguilar de Campoo, es momento de calentarnos con un buen café. Durante este trayecto se comenta la excursión, el frio y el viento que han sido protagonistas, pero también las setas que hemos visto por el campo, restos de nieve y bromas y SONRISAS que se han dejado ver por la caminata.
Con las manos en la masa….digo, en la
patata. Hora de cenar, mientras un
grupo se relaja, otro empieza a
preparar unas deliciosas tortillas de
patata. No todo son sonrisas y toca
trabajar codo con codo con mis
compañeros para que cuajen, y
salgan lo mejor posible. A la hora de
cocinar salen las diferentes opiniones,
yo hago la cebolla primero, yo lo
mezclo todo, ¿la sal antes o después?
Triunfa la organización y finalmente
las tortillas y el grupo de cocineros cuaja
a la perfección, así que a disfrutar de la
cena al calor de la chimenea. Seguidamente se ve la tele, se juega, se charla y así vamos desapareciendo uno a uno para prepararnos al nuevo día.
Sábado 9 Noviembre:
Mañana: Cueva de los franceses. En la cueva nos explican las diferentes salas que tiene remontándonos cientos de años atrás donde todo empezó a originarse. Saliendo de la cueva y viendo como la niebla se echaba encima, la opción de tomar un café y calentar el cuerpo fue la más aplaudida.
Llegando a casa es momento de comer y coger fuerzas para la tarde. Unos buenos filetes jugosos y ensalada para todos. El grupo de cocina se organiza muy bien, liderando uno las sartenes y el resto colaborando en el resto de lo que implica la comida. Hubo REFUERZO por todos lados, estaba increíblemente bueno.
Tarde: Cavar cavar cavar cavar….Centro de
interpretación de minería. Nos esperan
para realizar una visita muy interactiva
al museo.
En la mina y por debajo del suelo puede
existir la claustrofobia y un poco de
ansiedad generada por esta situación,
se soluciona saliendo a tomar aire
cuando cada uno quiera.
Ya en casa. Toca pasar la tarde en casa, jugando a diferentes juegos, descansando, merendando. Jugamos a diferentes juegos, y las RISAS se hacen presentes desde el minuto uno contagiando así a los participantes y pasando un rato muy divertido. Se pone música y también se canta. El futbolín se hace imprescindible en una tarde de convivencia, pasando también buenos momentos.
Hamburguesas …ñam ñam…Vuelta a cocinar. La cena es agradable y ya con más confianza salen chascarrillos y algún que otro vacile bien gestionado que causa HUMOR y no sienta nada mal.
Noche de cine. Una película de comedia logra que se nos escape la risa en más de una ocasión, generando así RISAS ALEGRES COMPARTIDAS por todos.
Domingo 10 Noviembre:
Desayunar y recoger: Cada uno se organiza para levantarse y desayunar sabiendo que tiene que estar todo recogido para salir en ruta hacia la visita a los bisontes…pero…NIEVE!!! Esta noche ha caído una gran nevada y el camino hacia la reserva está bastante complicado por lo que la opción es irse a tomar un café de vuelta a Aranda y parar en Burgos a comer de menú del día. La elección parece agradar a todos y aunque hay alguna cara de pena por las ganas de ver a los bisontes es más seguro para todos volver tranquilamente.
El BUEN AMBIENTE de vuelta en la furgoneta se hace presente, incluso uno de los participantes hace un discurso emotivo agradeciendo el fin de semana tan estupendo que hemos pasado, y así quedan en transmitirlo al comité pro salud mental, poniendo todo el viaje con una nota muy positiva.
Despedida: Una vez en Aranda sin nieve y sanos y salvos, nos despedimos de nuestros compañeros con ganas de llegar al día siguiente a la asociación a contar al resto de compañeros cómo lo hemos pasado y qué cosas nos han gustado más de la experiencia, sin duda, LA INTEGRACIÓN, EL COMPAÑERISMO, RESPETO Y BUEN ROLLO que ha reinado durante todo el fin de semana.
¿Repetiremos? ¡¡POR SUPUESTO!!
Juan y Javier