MIS PRIMERAS VACACIONES CON SALUD MENTAL

El primer día de nuestras vacaciones en las que unimos lazos Salud Mental Aranda junto con El Puente Salud Mental Valladolid.

Nos levantamos prontito rumbo a Matalascañas (Huelva). El viaje fue tedioso por su tiempo, pero mereció la pena con creces, la convivencia desde mi objetividad fue muy fluida y creamos lazos afectivos que el tiempo será quizá el único factor que nos separe.

 

Es más, nuestro súper chofer Pedro se convirtió en uno más al margen de su trabajo, nos ayudó en todo momento e incluso hizo buenas migas con los profesionales, comían juntos, etc.

 

La primera excursión fue al Parque Nacional de Doñana y el centro de interpretación fue interesante, aunque chocó un poco con los que lo observaron en primer plano ya que la sequedad del mismo era visible. Posteriormente nos dirigimos a la aldea del Rocío donde boda incluida y calesas, pudimos observar a un grupo de cantaoras rocieras que nos brindaron 3 canciones. Todos nosotros tuvimos tiempo para comprar recuerdos y tomar el refresco correspondiente. Montamos en el autobús y volvimos al hotel donde un gran bufé nos esperaba día a día. Por la tarde fuimos a la playa que tenía buena temperatura, y se hicieron grupos para quien bañarse, coger conchas o pasear por la playa o el paseo.

Nuestro segundo día, fue uno de excursión completa. Fuimos a Huelva capital donde vimos tanto por dentro como por fuera el estadio del recre y el paseo de la ría. A continuación, ya como tenían contemplado nuestros compis de Valladolid cuyos técnicos lo tenían organizado, nos dirigimos a la feria de la tapa donde pudimos probar las famosas gambitas de Huelva u otros manjares como embutidos o pulpo.

A la vuelta comimos formato picnic y una vez en el hotel fue momento para planificar nuestra tarde según preferencias: cartas, piscina, descanso…

 

El lunes nos dirigimos a Mazagón a visitar su puerto deportivo ya que había numerosas embarcaciones recreativas y una gran playa virgen donde se veía la mar en su máximo esplendor con el agua un poco brusca. Algunos se fueron con más de una concha para el hotel. También jugaron un mini torneíto a las palas y se lo pasaron increíble. En estos momentos nos sentimos libres y nadie nos juzgó. ¡No somos personas con ningún tipo de dificultad!

A la vuelta también organizamos grupos y unos fueron a la playa mientras que otros nos quedamos en el hotel entre piscina, jacuzzi y cartas.

Hasta este momento quizá no os he hablado de los espectáculos nocturnos, pero eran una pasada. Nos amenizaban las noches antes de dormir y algún que otro cantante o bailarín de nuestras asociaciones se atrevían a expresar sus dotes.

 

Al día siguiente visitamos el Muelle de las Carabelas en Palos de la Frontera donde primeramente nos proyectaron un vídeo bien explicado de la historia de las carabelas y Cristóbal Colón, en este mismo lugar tenían una réplica de cada una de ellas donde subimos y nos hicimos una pequeña idea de cómo pudieron ser los viajes. En este lugar triunfó la de la tienda de recuerdos porque todos hicimos compras.

Después visitamos el Monasterio de la Rábida. Volvimos justito para para comer en el bufé y ese día probamos la gran piscina con toboganes además del jacuzzi, juegos de cartas y la piscina del hotel. Se nos pasó la tarde en convivencia rapidísimo, quizá porque ya éramos un grupo homogéneo y nos llevábamos todos estupendamente. Cenamos y un grupo fue a andar y otro se quedó en el hotel descansando o en el espectáculo flamenco.

 

Tras descansar toda la noche nos levantamos un poquito más tarde pues ese día nos enfocamos en ver el pueblo de Matalascañas, aprovechamos la mañana para hacer algunas que otras compras y algunos se decantaron por entrar en la iglesia del pueblo, mientras otros estuvimos en la cafetería tomándonos algún refresco. Posteriormente subimos a comer y descansar y nos dieron opción de ir a donde más nos apeteciera, ya fuera playa, piscina, juegos, etc. Los que fueron a la playa volvieron a punto de cenar y cenamos todos juntos como siempre compartiendo lo mejor del día.

No es de olvidar que un día de esa semana jugó el Madrid-Barça y muchos forofos decidieron cenar antes para ver el partido. Como es de ley, en unas vacaciones se permitió para que pudieran disfrutar del partido.

 

En nuestro último día la playa fue la protagonista de la mañana, una mar super rebelde pero que hubo quien la disfrutó, y el sol nos acompañó en todo momento. También hubo quién fue a ver una roca famosa en Matalascañas a una distancia prudente de donde nos encontrábamos.

Por la tarde los técnicos nos prepararon una fiesta de fin de vacaciones muy emocionante, donde tras una merienda, bastantes compañeros compartieron actuaciones de lo que mejor se les daba hacer en el mundo del artisteo, incluso vino gente de la cafetería a vernos y éramos observados por algunas ventanas llenas de aplausos de otros huéspedes.

 

Al día siguiente partimos hacia nuestros lugares de procedencia prometiendo vernos el Día Mundial de la Salud Mental en Soria.

Ojalá podamos hacer algún otro día de convivencia para recordar momentos con la asociación El Puente Salud Mental.

El tiempo pasa, pero los recuerdos aún quedan y si son amigos y además positivos el alma se llena de orgullo.

 

Participante anónima

Beneficiaria del programa vacaciones 2024

Salud Mental Huerta, cuenta con un nuevo vehículo de 9 plazas, para ofrecer servicio de transporte en esta delegación

Desde el mes de junio de este año, la delegación de Huerta de Rey de la entidad Salud Mental Aranda, cuenta con una nueva furgoneta de 9 plazas para poder ofrecer un servicio de transporte en la zona rural.

Este vehículo, se ha conseguido gracias a la colaboración de varios financiadores, el principal es Fundación ONCE, gracias a su convocatoria de general de proyectos, con una aportación de 8.500 €, Fundación la Caixa y Fundación Michelin con una colaboración de 5.000 € cada una, Fundación Ribsa (entidad vinculada a la empresa Ribsa ubicada en la localidad de Huerta de Rey) con una colaboración de 1.000 € y la empresa de Huerta de Rey Elfonmoli S.L con una colaboración de 600 €. El resto de la financiación se ha cubierto con la aportación propia de Salud Mental Aranda.

 

La delegación de Huerta de Rey se creó en el año 2018, y en noviembre de 2023 nos trasladamos a una nueva sede mucho más grande, un espacio cedido por el Ayuntamiento de Huerta de Rey, que nos ha permitido atender a más personas y ofrecer más servicios.

 

Desde esta delegación, actualmente se está atendiendo a 57 personas, 40 mujeres y 17 hombres. Se abarcan 11 pueblos de esa zona rural. Contamos con 2 trabajadoras que residen en Huerta, y ofrecemos atención individual y grupal de lunes a viernes en horario de mañana y tarde, a través de diversos servicios, como son el Servicio de Promoción de la Autonomía Personal, Itinerarios Personalizados de Inclusión Socio Laboral para personas con Discapacidad y Personas en Riesgo y/o Exclusión Social, Área de Mujer, Apoyo Familiar, Apoyo Psicológico, Servicio de Atención Integral y Servicio de Asistencia Personal.

 

                   

 

El proyecto ha puesto el foco en el entorno rural, con el objetivo de acercar los recursos a aquellos lugares y personas que tienen más dificultades para acceder a los servicios.

Surge de la necesidad que tienen las personas que residen en la zona rural de los pueblos cercanos a Huerta de Rey, de contar con un servicio de transporte que les permita acudir a la sede a recibir la atención en los diversos servicios que allí se prestan. También, poder realizar actividades de ocio que amplíen la oferta de servicios que se ofrecen, así como ofrecer visitas a empresas y otras actividades grupales en el programa de empleo, y también para que las trabajadoras puedan realizar el servicio de asistencia personal en la zona rural.

 

El transporte es una necesidad esencial en medio rural, y se hacía imprescindible para el funcionamiento de la delegación contar con un vehículo propio, que incide en todos los servicios que se prestan actualmente, y los que puedan irse creando en un futuro.

Contar con los financiadores ha sido imprescindible para lograr este proyecto, a los que mostramos nuestro mayor agradecimiento, por confiar en nuestra entidad y ayudarnos a lograr los objetivos que nos vamos planteando.

 

MI VIDA CON MI ASISTENTE PERSONAL

Nací bajo el signo de Libra y así me voy a hacer llamar en este relato de buena parte de mi vida que quiero compartir con todas/os vosotras/os.

Desde niña me he considerado una persona de pensamientos románticos y soñadora, y aunque estos aspectos de mi personalidad son aparentemente buenos, durante mi adolescencia se convirtieron en un arma de doble filo ya que eso me llevó a idealizar mi vida y a no vivir en la realidad, lo que desembocó en un trastorno de la alimentación que me diagnosticaron como anorexia nerviosa. En ese momento empezaron mis problemas de salud mental que desembocó en un brote psicótico con el consecuente ingreso en la Unidad de Salud Mental. Salí de allí con una pauta de medicación psiquiátrica y más relajada. Pasaban los días y uno de ellos apareció una persona a la que conocía para dejarme unos libros ya que sabía que disfrutaba con la lectura, esta persona también sufría problemas de salud mental y me sugirió acudir a una asociación que se acababa de crear con personas y familiares de Aranda que también sufrían estos problemas, esta asociación se hacía llamar por aquel entonces FESMA.

En esos momentos la asociación se componía de pocas personas y yo, como los/as demás participantes ayudábamos en lo que podíamos para que el proyecto funcionase. Yo en concreto colaboraba escribiendo direcciones en cartas y otro tipo de recados. Acudía con otras personas a la sede y hacíamos actividades de dibujo y pintura,  estimulación cognitiva y además había un grupo de apoyo con una psicóloga. Llevo colaborando como socia de Salud Mental Aranda desde entonces, siendo testigo de cómo ha ido creciendo por la necesidad que ha ido surgiendo entre la población de Aranda con el paso del tiempo.

El ASISTENTE PERSONAL Y QUE HA SUPUESTO EN MI RECUPERACIÓN Y EN MI VIDA

En la asociación se han ido añadiendo diferentes programas ligados a las necesidades que este colectivo ha ido demandado, uno de ellos, y del que yo participo desde hace algo más de dos años, es el del Asistente Personal.

Como todas/os sabemos la pandemia fue un duro golpe para la sociedad en general y para mí en particular, de esta resultó que me ingresaran en la Unidad de Salud Mental del HUBU y que de ahí pasara a Fuente Bermeja donde pasé tres meses que me ayudaron a coger nuevas y mejores rutinas diarias y donde hice nuevas amistades. A mi vuelta a casa en Salud Mental Aranda me recibieron con los brazos abiertos dispuestas/os a darme todas las herramientas para seguir mejorando, entonces me ofrecieron un Asistente Personal, me explicaron en qué consistía y que me ayudaría a seguir en mi proceso de recuperación.

Me veo con mi asistente una semana durante una hora, y la siguiente semana son dos horas en días diferentes. Desde el principio enganchamos muy bien ya que me demostró confianza y mucha comprensión por su parte. Con ella puedo hablar de lo que quiero con total libertad, sin miedo a que me juzgue y es muy sincera conmigo, por lo que me sirve como desahogo. También me ayuda a encontrar los sitios donde buscar la información que necesito, a preparar las citas con mi psiquiatra, me acompaña en el transcurrir de mi vida por lo que me siento apoyada y acompañada. Si recaigo o doy un pasito para atrás sé que tengo este apoyo y eso me hace sentir más segura. Para mí ha llegado a ser como una amiga o una hermana con la que puedo contar en todo momento y siempre está ahí.

He elegido una foto con una mariposa ya que me encanta sentarme en el parque y observar cómo mueven sus alas de esa manera tan delicada y que representa muy bien la relación que tengo con mi Asistente Personal. La vida tiene muchas cosas buenas y sencillas que son las que realmente merecen la pena y de las que hay que aprender a disfrutar, y que debemos conservar.

 

 

“LA VIDA DESPUÉS DEL SUICIDIO”

El término «supervivientes del suicidio» se utiliza para referirse a las personas que han perdido a un ser querido debido a un suicidio. Estas personas enfrentan un duelo emocional y psicológico único, ya que la pérdida por suicidio puede llevar consigo una carga de estigma, confusión, culpa y dolor intensos. Los supervivientes del suicidio pueden ser familiares, amigos, colegas o cualquier persona cercana al individuo que ha fallecido por suicidio.

La experiencia de los supervivientes del suicidio puede ser compleja y a menudo incluye sentimientos de duelo, tristeza, ira, confusión y, en algunos casos, la búsqueda de respuestas sobre por qué ocurrió el suicidio. Es importante destacar que el apoyo emocional y la comprensión son fundamentales para ayudar a los supervivientes a enfrentar su dolor y a procesar su pérdida.

Motivados por la creencia en el poder de la solidaridad y comprensión, Efecto Mariposa se ha creado para ofrecer un espacio seguro donde los supervivientes del suicidio pueden compartir experiencias, encontrar consuelo y forjar conexiones significativas.

El nombre «Efecto Mariposa» ofrece la idea de que pequeñas acciones y gestos de apoyo pueden tener un impacto significativo en la vida de quienes han experimentado la pérdida por suicidio. Desde Salud Mental Aranda nos comprometemos a ser esa fuerza positiva.

El suicidio deja una profunda huella en los seres queridos que sobreviven. Estas personas, conocidas como supervivientes del suicidio, enfrentan una montaña emocional que incluye dolor, culpa, y muchas preguntas sin respuesta. Aquí, compartimos algunas de sus historias para iluminar su lucha, su proceso de sanación y su resiliencia:

“Me cuesta disfrutar de las cosas más sencillas; un paseo, una charla con un amigo, un baño en el mar… ya nada me sabe igual. Parece que mi vida se ha quedado en pausa, y aunque sé que no es posible sólo pienso en que vuelva”

“A veces necesito <<bajar a los infiernos>> y necesito revivir todo el dolor. Me pasa sobre todo cuando paso un día bueno. Es como si me olvidara de él, y un sentimiento de traición hace que me autocastigue una y otra vez”

“No importa cuántas veces repita en mi mente los últimos días con él, no encuentro las señales. La culpa me consume. No puedo dejar de pensar en qué podría haber hecho diferente. ¿Cómo no vi el dolor detrás de su sonrisa?”

“Siempre pensaba que estaríamos la una para la otra, que podríamos superar cualquier dificultad juntas. Ahora sólo tengo preguntas sin respuestas. ¿Por qué no me habló? ¿por qué no pude salvarla? me siento tan perdida sin ella…”

“Todos los días reviso su habitación, esperando que aparezca, como si todo esto fuera una pesadilla de la que aún puedo despertar. Pero la realidad me golpea y la sensación de vacío me consume”

Para quienes han perdido a un ser querido por suicidio, el camino hacia la recuperación es complejo y único. El dolor, la confusión y las preguntas sin respuesta son realidades con las que viven cada día. Sin embargo, es importante recordar que no tienen que enfrentar este duelo solos. El apoyo de seres queridos, grupos de ayuda mutua y profesionales puede ser fundamental para encontrar consuelo y reconstruir la vida después de una pérdida tan devastadora. Aunque el dolor nunca desaparezca por completo, con el tiempo y el apoyo adecuado, es posible encontrar momentos de paz y significado en medio de la pérdida. Cada historia de supervivencia es un testimonio de fortaleza y amor.

Si tú o alguien que conoces está lidiando con la pérdida por suicidio, no dudes en buscar nuestro apoyo. La asociación y el grupo de Efecto Mariposa estaremos encantado de abrirte nuestras puertas.

 

Fdo. Equipo de Apoyo Psicológico

 

DE CÓMO ME CONVIRTIERON EN UN FLORERO 

Aviso importante:» El siguiente artículo es un intento utópico de exponer unas ideas que nunca se llevaran a cabo, ni en este país, ni en ningún otro; debe leerse con la inocencia del infante que le habla a su gato Peterson, como si este supiese que carajos significa ¿quién te quiere a ti? 

La naturaleza circular de todo lo perceptible es una verdad fácilmente demostrable. El futuro y el pasado son la misma cosa, la muerte y el nacimiento también están constituidos por una esencia semejante y una estrella cualquiera del universo está formada por los mismos ladrillos que un melocotón en almíbar.  

Dicho esto, es un ejercicio de sabiduría y de aprovechamiento de los recursos vitales el echar la vista atrás para hallar soluciones a problemas comunes que se repiten hasta el infinito como demandando soluciones a veces tan obvias, que son como canes royéndonos las tabas. 

La historia está llena de ejemplos vivificantes y esclarecedores de como la existencia se reduce a unos puntos, que no voy a exponer ahora, pero que todos, aún el individuo más primario sabe reconocer, a poco que reflexionen delante de un Cola Cao con churros. 

El ser humano es como un gorrino olisqueando trufas debajo de un roble, si no encuentra el rastro de su bocado favorito al primer intento, dará vueltas y más vueltas hasta que satisfaga sus deseos, por lo tanto, volvamos como humanidad sobre nuestros pasos para obtener respuestas que otros hallaron antes, emulando al ser de cuyos andares escribieron literatos pretéritos. 

Pongámonos en antecedentes: 

En la ciudad de Pérgamo aproximadamente en el siglo IV antes de nuestra era, existía una institución llamada el Asclepion, donde mediante ceremonias religiosas y terapias que en nuestros días algún lumbreras ha redescubierto con gran algarabía por su parte, se trataban (con resultados sorprendentes, si tenemos por ciertas las crónicas de los eruditos contemporáneos), las enfermedades más diversas, incluidos los padecimientos del alma. 

En esta época prehipocrática, el contacto con los dioses era tan común, que hablar de tu a tu con Aristeo sobre las propiedades de la miel y departir poco después con un pastor de cabras sobre cómo maduran sus quesos en su cueva, era parte del día a día. 

En la llamada “incubatio” se conducía al paciente a un lugar específico donde este podía dormir como sumergido en un útero silencioso y reconfortante ajeno a todo, donde soñaría; para poco tiempo después de renacer al mundo de la vigilia consciente, se interpretarían las visiones de ese mundo, que es posible que sea la realidad que tanto tenemos. 

En ese centro de reparación holística que al parecer eran esos enclaves curativos, se empleaban un amplio abanico de posibilidades terapéuticas, desde baños, masajes, infusiones y tisanas de hierbas cuidadosamente seleccionadas, lo que al parecer era un intento sin ambages de no descartar a priori ninguna idea con el sano propósito de recobrar la salud perdida. 

Una de las «terapias» que eran ineludibles para todos los individuos que solicitaban en esa institución un remedio para los males que les aquejaban era el teatro. 

Como pueden ver no hay nada nuevo bajo el sol. 

Alguna mente preclara ya dio suelta a sus meninges e implemento unos procedimientos sanadores que hoy creemos innovadores, pero que son más viejos que el hilo negro. 

En el caduceo de Hermes, que es el símbolo universal del oficio médico, se pueden ver dos serpientes enroscadas que simbolizan el cambio que debe realizarse para recobrar el equilibrio perdido, que es, ni más ni menos, que un recordatorio de lo que significa sanar. 

El motivo de la redacción de este artículo era en un principio plantear una serie de ideas en lo referente a los protocolos que se aplican en el campo de la salud mental, lo cual conllevaría escribir unos cuatrocientos tomos solo para el prólogo y una breve introducción. 

La primera parte del articulo venía a colación de la necesidad de ampliar la panoplia de terapias (haciendo hincapié en las menos disruptivas para el paciente) para brindar un apoyo real y continuado para fortalecer las propias aptitudes del receptor de las mismas, con la fundada esperanza de que la cura de sus males es endógena y no se encuentra en los laboratorios de los mercaderes de las desgracias ajenas. 

Para cerrar este artículo breve y profundamente inconcluso, expresaré mi más profundo desprecio a los que me quisieron convertir en un florero. 

Jamás se debería permitir que un individuo perdiese su condición humana, su libertad de acción y su derecho a expresar su ira. 

Sin una sinergia global entre todas las instituciones que forman la sociedad, el tratamiento de las enfermedades mentales es una entelequia. 

PD: ¿Quién puede ser tan arrogante para determinar que alguien esté loco? La respuesta es…otro loco. 

 

Fdo. EL SUICIDA CUÁNTICO

“Educar, la llave de la igualdad”

Igualdad ¡qué palabra tan bonita!, al escucharla, al pronunciarla me invaden sentimientos positivos, nada se desequilibra, es como si la naturaleza de la cual formamos parte siguiera su ritmo sosegado y ensanchara nuestros corazones.

Me pregunto ¿Qué ocurre cuando la frustración, el desencanto por la vida y la falta de ilusión en un futuro igualitario no se vislumbra porque el  presente no es ejemplo  de  amor  que es la energía básica para construir y mantener el gran pilar de la igualdad ?

Algo falla. No olvidemos que todos nacemos iguales, con  un cerebro  que se va formando con nuestras vivencias en todos los entornos que nos criamos, las cuales nos llegan a través del lenguaje hablado, visual, escrito, en casa, en el entorno social y educativo, en los medios digitales y analógicos, en el contacto con la naturaleza, la gran olvidada hace bastantes décadas, etc…

Todas estas vivencias van conformando nuestro pensamiento, los prejuicios, las ideas, nuestros sentimientos y van dejando un poso cultural  y de comportamiento en todos  nosotros, con todos los “sesgos” que esta información conlleva.

Pienso que para alcanzar una igualdad entre todos los géneros hay que actuar conjuntamente en toda la sociedad, inculcando valores tan importantes como el “respeto”, “la escucha” y el “amor a uno mismo y a los demás”, es la energía de nuestros corazones.

Hemos de empezar en las familias, el sistema educativo y todos los medios sociales.

 

¿Cómo podemos abordar esta gran tarea, tan necesaria para el auténtico bienestar de la humanidad?

Realmente es difícil, no nos engañemos, sobre todo porque actualmente estamos instalados en una sociedad competitiva, individualista y muy alejada de la naturaleza, hemos perdido un poco el norte, hay por tanto que dar un giro de 180º.

Es un reto, hemos de empezar por los cimientos. La concienciación y educación  de cada uno de nosotros desde niños es el primer pilar, pero si los que mueven los hilos y manejan todos los engranajes  del “edificio social” no cambian sus mensajes, ni sus comportamientos, seguirán manejando la mayoría de las mentes, con lo cual se cambia muy poco, porque toda la labor que hacemos algunos la anulan ó contaminan enseguida.

Las palabras y el lenguaje visual que transmiten todos los medios informativos, los  personajes públicos, la publicidad, etc… son importantisimos para conseguir la igualdad.

No sé  si  somos conscientes de que crean realidades en nuestros cerebros, son los espejos donde se mira la sociedad y se acaban reproduciendo estos esquemas de comportamiento que transmiten y en muchas ocasiones están muy alejados  de la igualdad  de todos los géneros.

En  nuestra cultura los modelos sociales y de comportamiento  han sido patriarcales durante milenios, desde la estructura familiar hasta la social. El poder de decisión y los privilegios los tenía el hombre en detrimento  de la mujer y de otras formas de sentirse  que estaban anuladas y penalizadas.

Desde hace muy pocas décadas en las sociedades  democráticas se está trabajando desde distintos colectivos e instituciones  para revertir este patrón y alcanzar una igualdad de derechos y deberes, lo cual es necesario y muy positivo. No es tarea fácil porque conlleva cambiar no sólo estructuras o esquemas sociales, sino esquemas mentales que llevan muchos milenios en nuestra cultura.

Para ello debemos hacer una labor educativa mucho más integradora, de escucha a mujeres, hombres y todos los géneros. Cuidar las palabras sobre todo las que califican  como “machismo”, “feminismo” porque acaban  convirtiéndose  en “sesgos extremos”.

Y al final  en vez de llegar a un equilibrio, un entendimiento, que es lo que se pretende “la igualdad”, acaban  enfrentándose.

 

Mi deseo, mi gran ilusión, es que sepamos transmitir el valor de la igualdad desde que nacemos.

Es un pilar fundamental y necesario para la convivencia sana y pacifica en el fugaz paso por la vida de cada uno de nosotros.

Parece fácil, sin embargo no hemos de olvidar  la sabiduría de uno de los refranes que nos dice “ Del dicho al hecho hay un gran trecho”.

Hemos de comprometernos, ser valientes, no mirar para otro lado, que es la respuesta automática de nuestro cerebro cuando la situación es compleja y dura emocionalmente. Tenemos que dominar estos “miedos” y trabajar juntos.

Hay que aprovechar el entramado asociativo, educativo y cultural que ya existe en los ayuntamientos para trabajar juntos, niños, jóvenes, mayores y empezar tomando conciencia de que todos hemos de formarnos para ser conscientes que la igualdad  se consigue desde abajo y entre todos día a día.

Sí amamos la vida y el valor de la igualdad, uno de los objetivos principales de la educación debe ser reconectarnos con el corazón, ayudarnos a abrirlo, a ensancharlo para que el amor y el respeto sean los pilares de nuestras vidas.

Otro objetivo paralelo tiene que ser desarrollar progresivamente  niveles más elevados y profundos de conciencia igualitaria.

Si conseguimos dar estos pasos, probablemente consigamos dar un gran paso hacia  el sentimiento de igualdad en el corazón de todas las personas independientemente de su género.

 

Manos a la obra, es un gran reto de la sociedad del siglo XXI.

 Autora: Alicia Maté Aladro.

De izquierda a derecha, Cristina muñoz, Blanca Cuesta y Alba Ortiz

SALUD MENTAL EN POSITIVO 

El proyecto ‘Salud Mental en Positivo’ llega a más de 3.400 menores y 280 familiares a través de los 130 talleres impartidos en el medio rural de toda la Comunidad 

El objetivo de la iniciativa es acercar herramientas sobre la salud mental a la población rural más joven y sus familias para poder realizar una correcta gestión emocional y prevenir así futuros problemas emocionales. 

El proyecto Salud Mental en Positivo, coordinado por la Federación Salud Mental Castilla y León, está financiado por la Gerencia Regional de Salud de la Consejería de Sanidad de Castilla y León, con cargo de los fondos para la estrategia 2023 del Ministerio de Sanidad que fueron aprobados en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) a fecha de 23 de junio de 2023, como apoyo a la implantación del Plan de Acción de Salud Mental. 

La iniciativa ha desarrollado charlas y talleres centrados en promover la salud mental y prevenir problemas asociados en los colegios rurales y dirigidos a alumnos de entre 8 y 11 años. En total han participado 44 profesionales del movimiento asociativo Salud Mental Castilla y León. Se han realizado 130 talleres desarrollados por las asociaciones del movimiento asociativo en 75 localidades rurales. Los escenarios que han albergado estos talleres dirigidos principalmente por profesionales de la psicología de las asociaciones han sido entornos comunitarios y educativos. En concreto se han realizado 116 charlas dirigidas a menores y 14 dirigidas a familias, a través de la cuales se ha podido llegar a 3.742 personas (3.460 han sido menores y 282 familiares o personas cuidadoras). 

De izquierda a derecha, Blanca Cuesta y Cristina Muñoz

De estos talleres de sensibilización, 13 se han realizado por Salud Mental Aranda. Todos ellos en colegios rurales agrupados, como son el CRA Antonio de Nebrija, CRA La Demanda, CRA Riberduero, CRA Siglo XXI, y CRA Valle del Riaza. Gracias a esta acción se ha llegado a 156 menores. 

A través de estas sesiones de sensibilización, se han trabajado conceptos relacionados con la salud mental en general, con enfoque en lo positivo y centrándonos en lo que nos hace sentir bien. Además, se han tratado factores de protección como: la relación entre mente y cuerpo, la importancia del entorno y la salud mental colectiva, la identificación y validación de las emociones, la forma en qué podemos reaccionar ante las mismas, entre otras temáticas. 

Nos hemos desplazado hasta los colegios y allí, dirigido a niños entre 8 y 11 años, por grupos de entre 5 y 12 alumnos, en sesiones teórico/prácticas de aproximadamente una hora y media, hemos puesto en común conceptos relacionados con el bienestar emocional: tanto factores que nos protegen (por ejemplo, tener unas relaciones sociales satisfactorias), como factores que aumentan el riesgo (pasar demasiado tiempo con dispositivos móviles), entre otras. También hemos trabajado transversalmente el acoso entre iguales, el cómo las diferencias son positivas y enriquecen, qué hacer si llega alguien nuevo, todo de manera práctica y promoviendo el debate. 

Todos los equipos directivos con los que nos hemos coordinado han mostrado muy buena predisposición. Han estado colaboradores, motivados y dispuestos a escuchar y participar en el proyecto desde el principio. En concreto los profesores han facilitado en todo momento la organización y ejecución de las charlas, y los alumnos han mostrado muchas ganas de aprender y disfrutar de los contenidos, manifestando sus dudas e inquietudes dando anécdotas que contar. Destacar que todas las partes implicadas, piden una continuidad del proyecto, «que no se quede en una actividad puntual», así lo trasladaban en los cuestionarios de satisfacción.

 

Entrevista en Cadena Ser Aranda, presentando los resultados del proyecto

 

Manifestar, con estas iniciativas, que el cuidado de la salud mental se puede promover y que los problemas emocionales o de ámbito psicológico se pueden prevenir y trabajar mediante detección precoz, lo que permite disminuir su impacto en la vida de las personas. 

Ambas cosas precisan de condiciones adecuadas para ser llevadas a cabo, como es el conocimiento de la salud mental, de los factores que la protegen o que la ponen en riesgo, de la forma inicial como se presentan los problemas de salud mental y de la manera más adecuada de abordarlos. 

Concluir con esa visión positiva, poniendo el foco en la promoción de la salud mental, y la prevención.

 

Fdo. Alba Ortiz Juez (Responsable de Apoyo Psicológico), Blanca Cuesta Sanz (Psicóloga del Servicio Infanto Juvenil) y Cristina Muñoz Ribate (Educadora)

UN DÍA “CUALQUIERA” 

Por fin llegó la final de nuestra Liga Mentegoles, un día no solo para decidir quien gana, sino un día de convivencia del Movimiento Asociativo de  Salud Mental de Castilla y León.  

El año pasado algunos entrenadores de nuestros equipos nos contaron su experiencia y este año les traemos un reportaje de como lo han vivido los participantes en primera persona: jugadores, utilleros y animadores. Desde Aranda acudimos un total de 38 personas. 

Comenzamos contando la participación de equipos, que este año han sido 8. A nuestro equipo, Salud Mental Aranda este año nos tocó jugar con Salud Mental Salamanca y la victoria fue para ellos, pero disfrutamos mucho del partido, porque lo importante es participar. 

La final fue Salud Mental Burgos contra Salud Mental León, la victoria cayó para Burgos, y es que juegan muy bien y otro punto a su favor es que son más jóvenes y eso se nota. Pero hubo trofeos y medallas para todos los equipos que participaron, como recuerdo de este día tan especial. 

En el equipo de La Línea Intermedia, el programa de radio de Salud Mental Aranda tenemos a dos de los jugadores que nos han dejado su opinión sobre el día, otro miembro del equipo es uno de los utilleros de Salud Mental Aranda, así que esto es lo que hemos vivido y cómo pasamos ese día. 

Todos los jugadores comentamos que fue un partido difícil y entretenido, y que nos quedamos con ganas de jugar más, pero como entre partido y partido había concurso de aficiones de equipos nos lo pasamos genial y, lo mejor vino después, durante la comida y el baile también con animación donde pudimos disfrutar todos los equipos juntos y compartir experiencias, risas, etc.

También comentamos que  se nota que cada vez los equipos son más competitivos, que están mejor preparados y como hemos mencionado anteriormente, algunos de ellos están formados por personas más jóvenes. 

Nuestro utillero nos comenta que desde su punto de vista el partido fue difícil, aunque se jugó bastante bien, pero no siempre se gana. Para él su trabajo se ve igual de complicado que cuando salen a jugar fuera, y en esta ocasión algo más pues el autobús les dejó un poquito más lejos del pabellón, ya que eran fiestas en Zaratán. 

Pero a pesar de todo lo disfrutó mucho, sobre todo cuando se fue a tomar un cafecito antes de la final y compartió un ratito con el equipo para comentar cómo había ido el partido. En la comida y en el baile se lo pasó muy bien, a pesar de que bailó poco, pues le gusta más ver como baila la gente que bailar él. Destaca que la convivencia entre asociaciones fue divertida. 

Nuestros animadores y animadoras lo dieron todo, no pararon de animar en todo momento; llevaron pompones y pancartas realizadas en la asociación para la ocasión, para que se les viera bien y el equipo sintiera su apoyo en todo momento. 

En el baile después de la comida, no pararon de moverse, sobre todo las personas más bailarinas, que tenemos unas cuantas en Salud Mental Aranda, y es que con música y baile afloran nuestras emociones positivas. 

Como han podido saber, el día de la Final de la Liga Mentegoles para el Movimiento Asociativo de la Salud Mental de Castilla y León, no es solo un día para decidir quién gana la Liga, que es lo de menos, es un día de convivencia, de compartir juego, comida, baile, etc. Un día de reencuentro entre las asociaciones que participamos en la Liga Mentegoles, de reencuentro con personas a las que hace mucho tiempo que no ves, en definitiva, es un día para disfrutar y para seguir creando lazos de amistad. 

Además, este año tuvimos celebración, pues La Liga Mentegoles ha celebrado su 10º Aniversario y como novedad se ha rendido homenaje a las aficiones que siempre acompañan a sus equipos y, para ello, se celebró el “Primer Concurso de Aficiones”, que le ganó Salud Mental Segovia.  

Todas y todos ya estamos contando los días para que llegue la próxima Liga Mentegoles y también para que llegue el próximo encuentro del movimiento asociativo de la Salud Mental de Castilla y León, que será el 10 de octubre en la celebración del Día Mundial de la Salud Mental.

Fdo. Participantes de la Liga Mentegoles y participantes de La Línea Intermedia,  el programa de radio de Salud Mental Aranda en Radio Iris 7

No nos dejan ser felices: vivir con T.E.A.

Supongo que todos conocéis ese típico juguete para niños pequeños en los que tiene que encajar unas piezas con formas geométricas simples para que caigan en un cubo. Ahora imaginad que, por alguna razón, hay una pieza diferente que no encaja en ninguno de los agujeros; no es un círculo ni un cuadrado… No es una pieza con forma “normal”. ¿Qué hacer con ella?

¿La desechas y la tiras? Parece evidente que salió defectuosa.

¿La haces encajar aunque sea a martillazos? Posiblemente la acabarás rompiendo.

¿La limas y la adaptas para que encaje? Perderá su forma original pero, al menos, funcionará.

 

Así es como nos hemos sentido tratadas las personas con Asperger, autismo de alto rendimiento o como quieran llamarnos.

Pero… ¿Qué es el síndrome de Asperger? Según dicen los estudiosos de neurología, es un “trastorno del neurodesarrollo” o para entendernos, nuestro cerebro funciona diferente al vuestro. Por tanto, nuestro comportamiento es distinto, ya que percibimos el mundo de otra manera.

Por ejemplo, algo tan común como ir al supermercado, para mí es un desafío aterrador. Sin embargo, podría estar hablando en público, sin problemas, sobre la evolución de la aeronáutica durante horas.

 

El ofuscado dueño de la pieza defectuosa, después de haberla desechado, amartillado o limado, quizá se dará cuenta algún día, de que esa pieza no era un juguete. Era la pata de una silla, la rueda dentada de un motor o un vaso de diseño vanguardista. Es decir, un objeto útil y funcional, para un cometido concreto, al que ha deformado perdiendo su capacidad que lo hacía especial, convertido ahora en un juguete infantil.

Afortunadamente, los humanos no somos juguetes; pero durante nuestra vida, especialmente en la adolescencia, tenemos que encajar con el resto de la sociedad y pobre del que no pase por el patrón establecido. Como decía un amigo mío: “El clavo que más sobresale, es el que más palos se lleva”.

 

De niño no me gustaba jugar al futbol; yo quería jugar a “Vietnam”, ser un capitán de los Boinas Verdes y arrastrarme por la hierba como si fuera una jungla frondosa. Me podía pasar horas hablando de aviones y de mayor quería ser piloto de un F-14 Tomcat, como Tom Cruise en TOP GUN. A la edad de 9 años, cuando empiezas a formar tu propia identidad, tu personalidad, empieza también el acoso escolar.

La pieza es defectuosa y hay que desecharla.

 

El colegio podía llegar a convertirse en una pesadilla cuando, no solo los alumnos, sino también los profesores se burlan de ti por ser diferente… o peor, te castigan. Salvo muy honrosas y queridas excepciones, ningún profesor vio que yo no era como los demás. En la ESO y Bachillerato sacaba notas horribles y suspendí muchas asignaturas, pero me sabía de memoria las prestaciones de casi todos los cazas americanos fabricados desde la II Guerra Mundial, las batallas más importantes de la historia o era capaz de escribir aventuras con una imaginación desbordante. Repetí curso tres veces.

Si yo ya leía Amadís de Gaula, ¿por qué tengo que leer El Quijote? Yo aprendía por mi cuenta, me apasionaba leer las enciclopedias que había en casa. Pero en el colegio, todo se volvía aburrido o peor, odioso. Me parecía una cárcel donde te obligan a aprender cosas de memoria bajo pena de castigos o una fábrica donde los estudiantes son meros productos de una cadena de montaje.

La pieza tiene que encajar aunque sea a martillazos.

 

Mis padres siempre se preocuparon por mis notas; me castigaban cuando suspendía exámenes, ya fuera quitándome los videojuegos o prohibiéndome ver la tele. Obviamente, esos castigos no funcionaban. Tan solo, cuando me prometieron comprarme una videoconsola nueva si sacaba buenas notas, realmente me esforcé. Una vez cumplida la promesa, mis notas volvieron a bajar. Mi único aliciente para aprobar era para evitar los castigos y regañones.

Desesperados, mis padres preguntaron en el colegio si yo necesitaba algún trato especial, ya que no era normal que un niño brillante sacara tan malas notas de pronto. Estuve presente en aquella reunión y recuerdo a mi madre preguntar al tutor de la clase: “¿Es que mi hijo se ha vuelto tonto de repente?” El profesor sonrío de manera irónica, se encogió de hombros y contestó: “Tampoco es que sacara buenas notas antes…” Mi madre le contestó diciendo que eso era falso, pero aquel tipo zanjó el asunto: Yo era un inútil, un vago, que se pasaba todo el día en las nubes, no prestaba atención en clase, me evadía y me iba a mi mundo. Si bien esto último era cierto; creo que su obligación era haber averiguado por qué necesitaba evadirme.

Cuando había un Gran Premio de Fórmula 1 en las antípodas, me levantaba a las 6 o las 7 de la mañana para ver la carrera. Me hacía más de 10 kilómetros de marcha por el campo para disfrutar de la naturaleza y devoraba libros como quien come pistachos… Y aun así, yo era un vago.

Mis padres, tras el encuentro con aquel tutor, no les quedó otra que creer esa patraña y me educaron en consecuencia. Quizá cometieron un error pero, ¿qué podían hacer? La culpa no fue suya, sino de un sistema educativo que castiga a quien piense o actúe diferente.

Ellos fueron quienes intentaron limar lo que ellos creían que eran defectos para que yo pudiera encajar.

 

20 años después de la reunión con aquel profesor, tras miles de euros gastados en psiquiatras y psicólogos, traumas y fracasos, una doctora por fin vio que yo no era la pieza defectuosa de un puzle, sino una tan valiosa como cualquier otra, pero de otra caja. Como el patito feo que, al final del cuento, descubre que en verdad es un cisne.

 

Ésta es mi experiencia como persona con trastorno autista. Si conocéis a alguien que, como yo, tiene esta condición, es muy probable que haya pasado por una experiencia similar a la mía, o puede que no. Como cualquier otra persona, cada uno de nosotros es un mundo; algunos querrán encajar y otros, como yo, tengan fobia social y prefieran estar solos.

A mí me encantan los aviones, a otros les apasiona la fauna salvaje y otros puede que su tema favorito sea la arquitectura neoclásica. Pero si hay algo que tenemos en común es la pasión con la que vivimos nuestras aficiones. Por ello, termino con una petición, casi una súplica. Siempre que no implique daño a nadie, por favor; dejadnos ser nosotros mismos.

DEJADNOS SER FELICES.

 

Firmado: Álvaro R.F

VIVIENDA SUPERVISADA: NUESTRO HOGAR. 

Actualmente en Salud Mental Aranda contamos con 4 viviendas supervisadas, con 14 plazas en total. Mucha gente se preguntará en qué consiste este servicio y cuáles son los beneficios para las personas que viven en ellas. Tres de las personas que residen en estos pisos quieren explicar desde su experiencia cómo se sienten y qué beneficios les aporta este recurso. (Para preservar la intimidad de los participantes se les ha asignado un pseudónimo). 

 

¿Cómo te sientes en la vivienda? 

Abedul: El tiempo que paso es un tiempo confortable, tenemos tiempo para ducharnos, leer, hacer actividades, cocinar. Puedo dedicar tiempo al descanso. Me siento más libre ya que puedo comprar cosas extras en los establecimientos cercanos a casa.  

Hortensia: En la vivienda me siento muy bien con las compañeras que tengo, nos apoyamos las unas a las otras. Estoy contenta con ellas, con la situación que tengo ahora. Me habéis ayudado a conseguir lo que necesitaba que era salir de ese piso en el que estaba sola y tengo a unas compañeras que aprecio junto con los monitores.   

Campanilla: Me siento bien con mis compañeras. Hacemos tareas del hogar, actividades personales, nos cuidamos entre nosotras. Me gusta porque me encuentro acompañada y más independiente. 

 

¿Qué diferencia hay entre vivir en otro recurso y la vivienda? 

Abedul: Me siento más libre, se coordinan actividades de forma más libre sin que todo esté tan organizado por tiempo y horarios. Tengo una nevera en casa donde poder meter mis cosas…  

En el otro recurso se imponen los horarios es todo muy estructurado. Aquí puedo salir al mercado, comprar… ¡Me gusta más esto!  

Hortensia: Antes, en mi piso, sentía mucha ansiedad y no me encontraba bien, sentía que no podía salir de ese bucle. Ahora estoy acompañada, hablo, salgo, veo la tele, mejorando poco a poco la ansiedad y aprendiendo cosas nuevas. Quiero aprovecharlo todo lo que pueda.   

Campanilla: Yo he vivido en una residencia y es muy diferente, nunca sabes dónde vas a acabar. Allí, también hacia muchas cosas, pero no creo que fuese mi lugar, aún soy muy joven y estoy mucho mejor aquí. Aquí salgo, entro, hago más las cosas que me gustan, estoy más tranquila. Estoy mucho mejor estando rodeada de gente de mi edad. Allí veía mucha gente mayor y me daba nostalgia y me hacía pensar mucho, dar vueltas a mi cabeza por ver como se encontraban los demás.   

 

¿Qué tiene para ti más valor? 

Abedul: Tener libertad para actuar.  

Hortensia: Para mí lo que más valor tiene es, no sentirme sola, porque la soledad a largo plazo sé que me perjudica. Ahora que estoy acompañada, significa volver a vivir bien. No cambiaría la oportunidad que tengo y la quiero aprovechar al máximo. Tengo unas compañeras y unos monitores a los que aprecio mucho.   

Campanilla: Ahora mismo, tener una vivienda donde poder vivir tranquila.   

 

¿Te parece útil el recurso? 

Abedul: Sí, me gusta el diálogo que existe, que compartimos tiempo y espacios, colaboramos entre los compañeros y nos ayudamos, es muy sencillo vivir aquí. 

Hortensia: Siento que es muy útil porque antes no me cuidaba lo suficiente. Iba a urgencias cada dos por tres, comía bocadillos y apenas me cocinaba. Ahora me siento más útil al hacer cosas y apoyar a mis compañeras. Cuando cocino o hago otras cosas, me siento mucho mejor, aprendo muchas cosas.   

Campanilla: Si, tienes un techo donde vivir y me ayudan, me apoyan, aprendo cosas nuevas y me siento mucho más realizada.   

 

Fdo. Participantes, con el apoyo del equipo técnico de Viviendas Supervisadas.