#YO ME QUEDO EN CASA

Han pasado 60 días desde que esta frase empezó a formar parte de nuestras vidas. Un domingo primaveral, aunque todavía estábamos en invierno, 15 marzo de 2020, impensable no salir a la calle, claro ¿cómo nos íbamos a quedar en casa con el buen día que hacía?, pero sí nos tocó QUEDARNOS EN CASA por culpa de un bichito que llevaba rondando por el mundo unos meses y también nos golpeó de pleno. Todo cambió a nuestro alrededor, parecía como si alguien hubiese apagado el interruptor, como una frenada en seco, y claro, prácticamente todo nuestro pequeño mundo paró.

También empezaron a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano otras palabras, como: CORONAVIRUS, COVID-19, CONTAGÍO, PANDEMÍA, ESTADO DE ALARMA, CUARENTENA, CONFINAMIENTO, DISTANCIAMIENTO SOCIAL, algunas de ellas hacía un tiempo que las escuchábamos pero nos sonaban como muy lejanas. Quizás  pensábamos que ese bichito, que viajaba de país en país, no se iba a pasear por el nuestro, hasta que poco a poco fuimos viendo que llegaba, y claro también llegó para quedarse. Pero no fue hasta ese pasado día, 15 de marzo, cuando realmente empezamos a tener conciencia de lo que estaba pasando a nuestro alrededor.

Hasta ese día, estábamos tan a gusto con nuestras vidas, como ibamos imaginar que algo así nos pudiera pasar y llegar tan de cerca, ni en la peor de nuestras pesadillas, “eso sólo pasa en las películas”, pero vimos y seguimos viendo, que no es ni una película ni un sueño, ni una pesadilla, es la nueva situación que nos ha tocado vivir, por culpa de un VIRUS (bichito), algo invisible que nos ha cambiado todo por completo, nuestras vidas, nuestras rutinas, nuestro día a día, nuestra forma de ir a la compra, al banco, al médico, al trabajo, las relaciones personales,…

Comenzamos a ver las calles vacías desde nuestras ventanas, balcones o terrazas, al principio, sólo podíamos salir de casa para lo imprescindible, excepto las personas que son necesarias para acabar con este bichito, las elementales para que no se rompa todo nuestro entorno y sobre todo las personas que trabajan, ayudan o colaboran atendiendo a las personas más necesitadas. Nos lo tomamos como algo necesario, esto de quedarnos en casa, debido a las noticias que nos llegaban a través de distintos medios (muy duras), seguramente al ver esas imágenes, es cuando realmente nos dimos cuenta de lo que estaba pasando  al otro lado de la puerta de nuestra casa.

Los primeros días fueron un sin parar de llamadas o VIDEOLLAMADAS, VIDEOCONFERENCIAS sobre todo a los más allegados, para preguntar cómo estaban y comenzamos a pronunciar,  las palabras: ÁNIMO y CUÍDATE, con más fuerza que nunca, a la vez que con algo de miedo, al ver lo que estaba pasando. También, muchos de nosotros, nos tuvimos que poner las pilas en las nuevas tecnologías, algunos para TELETRABAJAR, otros en redes sociales para contactar con varios familiares o amigos a la vez; los estudiantes para seguir con sus clases, en fin que esta nueva forma de hacer las cosas se implantó, y sigue, en nuestro día a día. Surgieron multitud de ideas de diferentes colectivos para entretenernos, sobre todo en las redes sociales, uff, ¡que saturación!, me pregunto: ¿sí tendremos tiempo para disfrutar de todo mientras estemos confinados?, el tiempo lo dirá. Surgió una iniciativa, más bien la copiamos de Italia, los aplausos de toda la población a las 8 de la tarde, desde  sus balcones, terrazas o ventanas, al ritmo del himno oficial de esta situación: RESISTIRÉ, dedicados a todas las personas valientes que han estado y siguen estando, dando todo por el resto de población a la vez que exponiéndose al contagio del virus.

Poco a poco se han ido tomando medidas de alivio para la población, se pueden realizar pequeñas salidas. Se empezó por los niños, para que tuvieran un pequeño respiro, después se han estipulado horarios para las personas mayores, los adultos y los niños,  con precaución, utilizando MASCARILLAS, GEL HIDROALCOHÓLICO, GUANTES (en determinadas circunstancias), pero sobre todo nos insistieron desde el principio de todo esto y nos siguen insistiendo que lo fundamental e imprescindible es LAVARNOS LAS MANOS CON AGUA Y JABÓN AL MENOS DURANTE 20 SEGUNDOS. A su vez empezamos a escuchar las palabras: DESCONFINAMIENTO, FASES PARA LA DESESCALADA, según vaya remitiendo el número de contagios podremos salir a la calle para ir recuperando nuestro día a día, pero poco a poco, muy despacito, con mucho cuidado, respetando las normas para que todo salga bien, y podamos pasar de fase en fase hasta alcanzar lo que han llamado “NUEVA NORMALIDAD”. Para que esto ocurra todos tenemos que ser responsables y seguir las indicaciones.

Todas estas palabras, escritas en negrita, han formado, forman y formarán parte  de nuestras vidas, se quedarán en nuestra  memoria para siempre, al menos eso espero, que nunca se  olviden, que las tengamos muy presentes cuando podamos volver a la “normalidad” o como lo llaman “Nueva Normalidad o Normalidad Covid”, da igual la terminología que se utilice, lo que está claro es que, al menos por un tiempo (¿cuánto?, no se sabe), la vida que teníamos antes del 15 de marzo de 2020 no va a ser igual, tendremos que cambiar muchos de nuestros hábitos y costumbres, adaptarnos a la nueva situación, porque este bichito invisible ha puesto a toda la humanidad patas arriba, ha venido para quedarse entre nosotros más tiempo del deseado, ha  cambiado nuestras vidas en un abrir y cerrar de ojos, y tendremos un antes y un después del 15 de marzo de 2020.

Ojala, cuando esta situación pase y recordemos o volvamos a pronunciar todas estas palabras, pensemos en esas imágenes tan duras que hemos visto y que han causado tanto dolor en la población, que pensemos en todo lo que ha pasado y estamos viviendo en estos momentos, que nos sirva de lección en la vida, que hayamos aprendido que lo importante en este mundo no es el poder ni el dinero, puesto que este bichito no hace distinción, nos toca a todos por igual, sino que lo más importante en esta vida es:  la SOLIDARIDAD, la HUMILDAD, la GENEROSIDAD, el AYUDAR  A LOS MÁS NECESITADOS, pues estamos viendo, que en cualquier momento puede aparecer “algo” que no diferencia a un ser humano de otro y si nos aprendemos a ver lo que realmente es imprescindible y necesario en esta vida ya sabemos lo que pasará.

La Gran Familia de Salud Mental Aranda, como el resto de la población, “#Se Quedó en Casa”, se cerró el centro, hubo que organizar todo para seguir en lo posible atendiendo a todos los participantes. Los técnicos empezaron a teletrabajar desde sus casas, atendiendo a todos los participantes telefónicamente, excepto el personal que va a viviendas.

Desde el primer momento, nos inundaron y nos siguen inundando de mensajes y emails con diferentes actividades para que el día a día nos resulte más ameno, están dando todo para que esta Gran Familia siga adelante, para continuar, en lo posible con las actividades. Nos están ayudando con las nuevas tecnologías para que podamos ponernos en contacto por videollamadas o  videoconferencias, para seguir con algunos talleres y algunas reuniones. Se han adaptado perfectamente a esta nueva situación y están pendientes en todo momento de los participantes.

En fin, tenemos un equipo que está haciendo un estupendo trabajo sobre todo ahora en esta situación tan complicada, que nos anima mucho, y de vez en cuando nos sorprenden con una gran sonrisa, como en el video del Día Internacional del Beso, (me encantó). También han estado activos a través de las redes sociales, colgando información, consejos, videos, etc, al igual que todo el Movimiento Asociativo de Salud Mental, tanto Federación Salud Mental Castilla y León como  Confederación Salud Mental España, han llenado las redes para mostrarnos que ahí seguimos, al pie del cañón pese a las dificultades.

Gracias, una vez,  por vuestra dedicación a esta Gran Familia, mis aplausos de los 8 de la tarde, principalmente, han sido por vosotros. También quiero enviar un gran aplauso a l@s participantes en primera persona, por lo bien que se han adaptado a esta nueva situación y sobre todo a l@s de viviendas que hemos podido ver, en las redes, esos estupendos dulces que han preparado.

Ánimo a tod@s, cada día que pasa es un día menos para volvernos a juntar, con otra “normalidad”, pero con mucha más ilusión y con más ganas de seguir formando parte de esta Gran Familia que es Nuestra  Asociación Salud Mental Aranda. SOMOS UN GRAN EQUIPO y TOD@S JUNTOS LUCHAREMOS para que cuando pase este bichito estemos más unid@s, mientras tanto, las personas no imprescindibles, SEGUIREMOS QUEDÁNDONOS EN CASA.

Besos y Abrazos “Virtuales”

MendyLuna