Reseña de la película “Escape” dirigida por Rodrigo Cortés y protagonizada por Mario Casas y Anna Castillo, entre otros.
Este es un relato de una persona normal a la que, dentro de su vida normal, le ocurre tal desgracia que es incapaz de sobrellevar la carga que le supone la culpa. A partir de ese día, decide de manera premeditada, someterse o acometer todo tipo de barbaridades, con el fin de aliviar esa sensación que no le deja vivir.
El protagonista de esta historia no busca el perdón, tampoco que se haga justicia, sólo castigarse porque así lo ha decidido, no se ve merecedor de estar vivo, y lo lleva a cabo gracias a un encierro autoimpuesto, desde dentro, de su yo, eliminando todo lo que puede generarle un mínimo de sensación de “estar vivo”.
Necesita que se le cobre por algo que no muestra la película expresamente, pero que pesa en cada escena.
Esa culpa transforma toda su vida, volviéndole una persona obsesiva con una sola idea, despreciando cualquier situación, persona, emoción o pensamiento; dando forma a una cárcel que, sin tener privación de libertad, barrotes o muros, va construyendo desde el primer minuto.
Algunas de las escenas tienen un halo casi religioso, cuyo objetivo es “conseguiré sentirme bien a través del sufrimiento”, buscando constantemente sentirse en paz y planteando, además, sentirse perdonado, pero no por los otros, si no por él.
Es una película incómoda, que no te da respuestas ni busca “al malo”, simplemente te hace mirar hacia dentro y ver si en ocasiones, cuando se huye no se va hacia la libertad, si no hacia el castigo o la redención.
Fdo. Blanca
¿Te animas a verla?