Llegó tercero de carrera y con ello las tan esperadas prácticas. Estuve informándome acerca de asociaciones que hubiera en la zona en la que vivo y de pronto vi “Salud Mental Aranda” y pensé, ¿Y si es allí en el primer sitio en el que te gustaría aprender?, pero claro, a la vez me decía a mí misma “Nunca te has replanteado nada que tenga que ver con la salud mental”, y fue en ese mismo momento en el que sin pensarlo dos veces, llamé.
Llamé con temor de que mi primera ilusión no obtuviese la respuesta que esperaba, pero todo fue fluyendo de forma magnífica. Cuando recibí un “Si” como respuesta, se me iluminaron los ojos y abracé más fuerte que nunca el sentimiento de ilusión.
Siempre hay gente que habla de forma positiva o negativa de sus experiencias en las prácticas, así que el primer día llevaba un cúmulo de emociones además de un nudo en la garganta y otro en el estómago. Estaba muy nerviosa.
Conforme fue pasando el día, cada vez iban desapareciendo más los nervios. Me sentí muy bien recibida tanto por los profesionales como por los participantes.
Desde el primer momento me explicaron cuáles serían mis funciones como futura educadora social dentro de esta asociación. Cada día iba aprendiendo un poco más la parte teórica e iba desarrollando ciertos aspectos de la práctica.
Según fueron pasando las semanas, las tareas que realizaba eran mayores. La comodidad que he encontrado ha sido un gran apoyo y motivación para esforzarme al máximo por aprender. Los técnicos se han portado conmigo de forma magnífica y los participantes, desde el primer día, he sentido que me han demostrado su cariño y aprecio además de confianza para apoyarse en mí también.
He sentido una evolución no solo profesional sino también personal. Me han dado la oportunidad de conocer cada uno de sus programas, participar en cada una de sus actividades y además desarrollar las mías propias. Desde el primer momento, me han ofrecido la oportunidad de exponer diversas ideas que yo puedo tener, y eso sin duda, es lo que también me hace conocerme poco a poco a mi, dentro de este bonito oficio.
Se me ocurren mil formas de agradecer la oportunidad que me han dado, pero si lo tuviese que decir de forma rápida sería la siguiente:
“Gracias por darme la oportunidad de formar parte de esa gran familia que sois. Gracias a todos los profesionales por enseñarme tantas cosas. Gracias a cada uno de los participantes porque gracias a todos vosotros me doy cuenta de muchas cosas. Y gracias en general por todo, por el trato, el aprendizaje y por mostrarme una parte más de mí que desconocía.”
Fdo. Alicia Benito Guerrero