Los Juegos Olímpicos Tokio 2020 dejan sobre la mesa muchas cosas en las que reflexionar y trabajar, y la salud mental ha sido una de las protagonistas.

A raíz de que Simone Biles, gimnasta estadounidense de 24 años y una de las favoritas a brillar en Tokio 2020, anunciara su retirada en la competición por no encontrase psicológicamente en un buen momento, saltan las alarmas y la salud mental se coloca, no por mucho tiempo lamentablemente, en el centro de las cámaras. La joven, ante la incredibilidad de muchas personas por retirarse al ser una de las candidatas a conseguir una vez más el oro olímpico, fue muy clara en cuanto a sus motivos, ya que priorizaba su salud mental, y no se trataba en ningún caso de problemas físicos. Además, mandó un mensaje sin rodeos al resto de deportistas: “yo diría que pongan la salud mental como prioridad, porque si no lo haces no vas a disfrutar el deporte y no vas a tener éxito. No pasa nada por dejar pasar una competición para cuidarte, eso demuestra lo fuerte y competitiva que eres”.

Tras las declaraciones de Biles, se han conocido multitud de deportistas, de diferentes disciplinas deportivas, haciendo públicas sus grandes dificultades relacionadas con la salud mental a las que tienen que enfrentarse diariamente, reclamando más ayuda psicológica. Por ejemplo, Liz Cambage, una de las jugadoras más reconocidas en la selección australiana de baloncesto, que dijo NO a los Juegos Olímpicos poco tiempo antes de inaugurarse, ya que, como ella misma explicó públicamente: “uno de mis mayores sueños es ganar una medalla olímpica […] todos los atletas que compiten en unos Juegos Olímpicos deberían estar en su máximo nivel mental y físico, y en este momento estoy muy lejos de donde quiero y necesito estar. En el pasado he tenido problemas con mi salud mental y recientemente estaba realmente preocupada por estos Juegos Olímpicos. El mes pasado tuve ataques de pánico, no dormí, no comí. Depender de la medicación diaria para controlar mi ansiedad no es lugar en el que quiero estar ahora, especialmente cuando me dirijo a la competencia en el escenario deportivo más grande del mundo […]”

Álex Abrines, jugador español de baloncesto en la NBA; Gianluigi Buffón, una de las leyendas italianas del mundo del fútbol; Naomi Osaka, tenista japonesa y una de las deportistas con más ingresos del mundo; Michael Phelps, nadador estadounidense con más medallas de oro de la historia de los Juegos Olímpicos… son otras estrellas deportivas que han contado como su historia personal, relacionada con la salud mental, ha provocado su retirada o ha condicionado su alto y exigente nivel de rendimiento.

Esta vez son diferentes deportistas quienes se han puesto en el foco para denunciar la desatención de la salud mental, aunque son muchos los nombres y apellidos que han querido contar su historia y como su salud mental se ha visto en problemas en muchos momentos de su vida con un claro objetivo: visibilizarla, normalizarla y exigir la importancia que esta se merece.

 

Fdo. Beatriz Andrés Benito. Técnico de Programas.

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