VIVIENDA SUPERVISADA: NUESTRO HOGAR. 

Actualmente en Salud Mental Aranda contamos con 4 viviendas supervisadas, con 14 plazas en total. Mucha gente se preguntará en qué consiste este servicio y cuáles son los beneficios para las personas que viven en ellas. Tres de las personas que residen en estos pisos quieren explicar desde su experiencia cómo se sienten y qué beneficios les aporta este recurso. (Para preservar la intimidad de los participantes se les ha asignado un pseudónimo). 

 

¿Cómo te sientes en la vivienda? 

Abedul: El tiempo que paso es un tiempo confortable, tenemos tiempo para ducharnos, leer, hacer actividades, cocinar. Puedo dedicar tiempo al descanso. Me siento más libre ya que puedo comprar cosas extras en los establecimientos cercanos a casa.  

Hortensia: En la vivienda me siento muy bien con las compañeras que tengo, nos apoyamos las unas a las otras. Estoy contenta con ellas, con la situación que tengo ahora. Me habéis ayudado a conseguir lo que necesitaba que era salir de ese piso en el que estaba sola y tengo a unas compañeras que aprecio junto con los monitores.   

Campanilla: Me siento bien con mis compañeras. Hacemos tareas del hogar, actividades personales, nos cuidamos entre nosotras. Me gusta porque me encuentro acompañada y más independiente. 

 

¿Qué diferencia hay entre vivir en otro recurso y la vivienda? 

Abedul: Me siento más libre, se coordinan actividades de forma más libre sin que todo esté tan organizado por tiempo y horarios. Tengo una nevera en casa donde poder meter mis cosas…  

En el otro recurso se imponen los horarios es todo muy estructurado. Aquí puedo salir al mercado, comprar… ¡Me gusta más esto!  

Hortensia: Antes, en mi piso, sentía mucha ansiedad y no me encontraba bien, sentía que no podía salir de ese bucle. Ahora estoy acompañada, hablo, salgo, veo la tele, mejorando poco a poco la ansiedad y aprendiendo cosas nuevas. Quiero aprovecharlo todo lo que pueda.   

Campanilla: Yo he vivido en una residencia y es muy diferente, nunca sabes dónde vas a acabar. Allí, también hacia muchas cosas, pero no creo que fuese mi lugar, aún soy muy joven y estoy mucho mejor aquí. Aquí salgo, entro, hago más las cosas que me gustan, estoy más tranquila. Estoy mucho mejor estando rodeada de gente de mi edad. Allí veía mucha gente mayor y me daba nostalgia y me hacía pensar mucho, dar vueltas a mi cabeza por ver como se encontraban los demás.   

 

¿Qué tiene para ti más valor? 

Abedul: Tener libertad para actuar.  

Hortensia: Para mí lo que más valor tiene es, no sentirme sola, porque la soledad a largo plazo sé que me perjudica. Ahora que estoy acompañada, significa volver a vivir bien. No cambiaría la oportunidad que tengo y la quiero aprovechar al máximo. Tengo unas compañeras y unos monitores a los que aprecio mucho.   

Campanilla: Ahora mismo, tener una vivienda donde poder vivir tranquila.   

 

¿Te parece útil el recurso? 

Abedul: Sí, me gusta el diálogo que existe, que compartimos tiempo y espacios, colaboramos entre los compañeros y nos ayudamos, es muy sencillo vivir aquí. 

Hortensia: Siento que es muy útil porque antes no me cuidaba lo suficiente. Iba a urgencias cada dos por tres, comía bocadillos y apenas me cocinaba. Ahora me siento más útil al hacer cosas y apoyar a mis compañeras. Cuando cocino o hago otras cosas, me siento mucho mejor, aprendo muchas cosas.   

Campanilla: Si, tienes un techo donde vivir y me ayudan, me apoyan, aprendo cosas nuevas y me siento mucho más realizada.   

 

Fdo. Participantes, con el apoyo del equipo técnico de Viviendas Supervisadas.